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Comer en un taller no es tan malo como parece

Texto y fotos por: David Laverde

Tratar de organizar un cumpleaños no es tan fácil, menos si todos tienen gustos diferentes en cuanto a comida; sin embargo, el festejado lo merecía y luego de buscar varias opciones encontré un taller que no arregla carros, en cambio lo llena a uno como un Transmilenio.

 

Está ubicado en La Macarena, arriba de la Plaza de Toros, exactamente en la Cra 4a # 26b – 34. Desde que los encontré en Instagram (@sandwich_taller), literal se me hizo agua la boca. Suben fotos de todos sus productos y de inmediato quise ir a llenar mi tanque allá; bueno, ir a departir con mis amigos.

 

Pues la ansiedad me pudo y fui antes de la fecha pactada con ellos. Mi acompañante no estaba muy emocionada pues la noche estaba algo fría; sin embargo, siempre tuve en mi mente ese “CerdoConfit” y se convirtió en mi combustible para entrar al taller y convencerla de que no fuéramos de nuevo a un restaurante en el que tuviéramos que hacer fila para ingresar.

 

De primerazo el sitio parece pequeño e incluso muy sencillo, hasta que pasan por el frente tuyo ese pan cubierto de aguacate, carne desmechada, fríjol refrito, cebolla, un huevo frito encima y algo de tocineta recién salido de la barra de acero inoxidable que sirve como base para preparar los sándwiches.

 

Entrados en gastos y ya sentados, pedí un hermoso y delicioso “CerdoConfit” y ella un “VegGrill”, muy verde para mi gusto, pero todo un arcoíris de sabores, porque claro que lo probé. Mi sándwich era lo que veía en sus fotos de Instagram, pero sabía mucho mejor de lo que había imaginado; servido en un plato metálico esmaltado, no veía uno así desde mi niñez; no solo estaba bien presentado, lo acompañó la mejor de las actitudes de las personas que atienden esta maravillosa propuesta.

 

Pedimos agua y una cerveza para acompañarlos; bastó eso para estar seguro de que mi amigo merecía tener un cumpleaños allá, en esa ocasión pedí el mismo sándwich y cada vez que puedo subo hasta La Macarena y entro en mantenimiento o mejor en alimentación, lo contrario a lo que dicen los alimentadores; en el que para mi es el mejor taller de Bogotá, Sándwich Taller.

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